Investigadores señalan que una experiencia negativa puede borrar las experiencias positivas

MIAMI, FLORIDA.-Los domingos, mientras cocino, escucho la radio. Uno de mis favoritos es el programa de NPR ‘Hidden Brain’, donde Shankar Vedantam intenta “explorar los patrones inconscientes que impulsan el comportamiento humano y las preguntas que se encuentran en el corazón de nuestro mundo complejo y cambiante”. Recientemente me interesó tanto lo que estaba escuchando que tuve que dejar lo que hacía y comencé a tomar notas.


Lo que aprendí durante media hora de escucha tiene que ver con la importancia de identificar las ‘fricciones’ que nos impiden lograr la innovación en todo tipo de organización o son un obstáculo en las relaciones personales.

Durante este podcast, el sicólogo organizacional Loran Nordgren explica que la mayoría de las organizaciones piensan en elementos que pueden ayudarlos a avanzar, pero ignoran los que los frenan. Utiliza ejemplos de la vida cotidiana para explicar por qué las buenas ideas a veces no tienen éxito porque no tienen en cuenta las necesidades de las personas a las que se supone que deben servir.

Un ejemplo es el de una mueblería que recibía muchos clientes con mucho interés en sus sofás pero desaparecía y no regresaba jamás.

David Schonthal, colega y coautor con Loran Nordgren del libro ‘The Human element’, y cómo superar la resistencia a las nuevas ideas,  hizo un estudio de los clientes que desaparecían y descubrió que no volvían porque no sabían qué hacer con el sofá existente. La solución fue ofrecer retirar el sofá existente a la entrega del nuevo.Los clientes no desaparecieron de nuevo.

Nordgren comenta que la introducción de nuevas ideas es difícil porque la mayoría de la gente piensa que si algo no funciona, hay que esforzarse más, presentar mejor la idea, ofrecer incentivos, o lo que el llama  FUEL  (‘gasolina)’,  pero no considerar los impedimentos ocultos, o lo que él llama las ‘FRICCIONES’. Y esto, dice, también se aplica a las relaciones personales y a las organizaciones sin ánimo de lucro.

Una mujer que trabajaba en un refugio de abuso doméstico notó que las mujeres llegaban al refugio, lo miraban y nunca regresaban. Luego descubrió que la razón era el letrero: no se permiten mascotas. El refugio creó una casa para animales en el terreno y el problema se resolvió. La solución fue eliminar el impedimento oculto, la fricción.

En la Universidad de Chicago cada vez menos estudiantes aplicaban para ingreso y esto no sucedía en las universidades vecinas. La universidad  se presentaba como un lugar de rigor y estudio y la solicitud incluía la redacción de un ensayo. Cuando se eliminó este requisito, las aplicaciones aumentaron considerablemente.

Al presentar su libro, Norston y Schonthal explican que, cuando estudien el libro, los lectores “descubrirán cómo las mismas fricciones que nos frenan pueden transformarse en importantes catalizadores para el cambio”. Ofrecen ejemplos y nombran cuatro fricciones:

Inercia: El poderoso deseo de apegarse a lo que sabemos. Emoción: Las emociones negativas no deseadas que suscita el mismo cambio que buscamos. Esfuerzo: la energía, real y percibida, necesaria para que ocurra el cambio. Reactancia: El impulso de resistirse a ser cambiado.

En cuanto a las relaciones personales, explican, es importante tener conversaciones no desde el punto de conflicto. En la auto persuasión, dice Norston, es importante: Primero: comenzar por entender cuál es nuestro lugar de alineamiento y establecer esa base de acuerdo. Y en segundo lugar, no comenzar diciéndole a la gente qué hacer, sino que debemos preguntar.

       Cuando esté en una reunión, “si no está de acuerdo, nunca dé sus argumentos en contra hasta que primero haga que las personas le digan que están abiertas a lo que tiene que decir. Y la forma de hacerlo es escuchando muy de cerca y preguntando: Veo el mérito de su posición, pero ¿está abierto a lo que tengo que decir, abierto a una perspectiva diferente?

      Un lugar para ver dónde Fuel y Friction producn diferentes resultados, dice Vedantan, es en las relaciones interpersonales como el matrimonio. Echar combustible a la reacción, explica, es algo bueno: cumplidos, flores… elogios,  pero es aún más importante reducir los roces, las fricciones , “quitar los aspectos negativos de una relación suele ser más importante que aumentar los aspectos positivos”.

El libro de Noran Norston y David Shonthal

      Norston explica que si “por cada momento agradable tienes un momento negativo, esa no es una experiencia equilibrada”. En una relación uno a uno, la experiencia negativa tiene mucho más peso y, por eso, centrarse en la fricción puede ser tan valioso.

Vedantan resume diciendo que: centrarse más en los problemas de la relación puede ser más importante que aumentar los aspectos positivos. Y Norton lo corrobora: “Ofreces maravillosas cenas románticas y sorprendentes flores pero luego, eres propenso a la reacción fuerte y la pelea. Ese momento puede deshacer gran parte de estas otras experiencias positivas”.

Y lo mismo ocurre con la salud y la felicidad en las organizaciones, dice. “Cuando tienes una cultura de trabajo tóxica, a menudo el impulso es ofrecer recompensas y beneficios… fiestas, regalos … Eso es parte del pensamiento basado en añadir FUEL. Eso hace muy poco porque hasta que no se aborde esa experiencia negativa esa positividad vale muy poco”. (A. Cantero).

Puedes escuchar el podcast en inglés o adquirir el libro en inglés

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