Unidos con el Papa los creyentes inician la cuaresma orando por Ucrania
VATICANO, Italia.- Quien hace la guerra se olvida de la humanidad. Lo ha expresado el Papa francisco al hacer un nuevo llamado a creyentes y no creyentes para unirse en la oración y el ayuno implorando la paz para Ucrania.
La invitación para el 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, es como “Un día para estar cerca del sufrimiento del pueblo ucraniano, para sentir que todos somos hermanos y para implorar a Dios el fin de la guerra”.
El Pontífice ha señalado el 27 de febrero que la guerra “no parte del pueblo, no mira la vida concreta de las personas, sino que antepone a todo, los intereses partidistas y el poder. Se confía a la lógica diabólica y perversa de las armas, que es la más alejada de la voluntad de Dios. Y se aleja de la gente común, que quiere la paz; y que en todos los conflictos -la gente común- es la verdadera víctima, que paga en su propia piel las locuras de la guerra”.

El Papa ha recordado a quienes en Ucrania buscan refugio, madres con sus hijos , ancianos “Son hermanos y hermanas para los que es urgente abrir corredores humanitarios y que deben ser acogidos”, afirmó.
El gobierno de Polonia han indicado que más de 450.000 personas han entrado hasta ahora en Polonia desde Ucrania
Vatican News ha informado que Rumanía, Moldavia, Eslovaquia y Hungría también están implicados en la acogida y que Cáritas de estos países están están en laprimera línea de ayuda.
La agencia de la Santa Sede señala que “las iglesias católica y ortodoxa de Rumanía acudieron en ayuda de los refugiados desde el primer día de la guerra. En la República de Moldavia, Cáritas abrió tres centros con 500 camas para acoger a los refugiados. También Eslovaquia ha acogido a miles de refugiados. “ También el gobierno húngaro anunció que acogerá a todos los refugiados que lleguen de Ucrania.

Recordó los países en guerra como Yemen, Siria, Etiopía; el Papa pidió nuevamente por la paz
“¡Que callen las armas! Dios está con los que hacen la paz, no con los que usan la violencia. Porque quienes aman la paz, como dice la Constitución italiana, repudian la guerra como instrumento de agresión contra la libertad de otros pueblos y como medio de solución de las controversias internacionales”.
El 2 de marzo, el Papa no pudo participar en la tradicional Eucaristía del Miércoles de Ceniza, en la Basílica de Santa Sabina de Roma, pero su homilía fue leída por el Cardenal Pietro Parolín, Secretario de Estado,
Ofreció una reflexión sobre el compromiso que requiere el camino de la fe y el signo austero de las cenizas que han sido impuestas sobre millones de católicos en este día que inicia la Cuaresma.

“Este signo austero, que nos lleva a reflexionar sobre la caducidad de nuestra condición humana, es como una medicina amarga pero eficaz para curar la enfermedad de la apariencia” ha dicho el Papa.
Incluso la oración, la caridad y el ayuno, pueden volverse autorreferenciales, ha comentado el Pontífice. ”En cada gesto, inclusive en el más bello, puede esconderse la carcoma de la autosatisfacción”, ha seguido explicando. Y cuando esto sucede, “l corazón no es completamente libre porque no busca el amor al Padre y a los hermanos, sino la aprobación humana, el aplauso de la gente, la propia gloria”
Para el Papa la Cuaresma es un camino de curación. “No para cambiar todo de la noche a la mañana, sino para vivir cada día con un espíritu nuevo, con un estilo diferente. Este es el propósito de la oración, la caridad y el ayuno”.
El Papa recomienda “la oración humilde, hecha “en lo secreto”, en el recogimiento de la propia habitación, se convierte en el secreto para hacer que la vida florezca hacia afuera” Y pide especialmente orar mirando al Crucifijo. “Dejémonos invadir por la conmovedora ternura de Dios y pongamos en sus llagas nuestras heridas y las del mundo”.
Sobre el ayuno ha dicho que no es una dieta, sino algo que nos libra de ser autorreferentes, de la búsqueda obsesiva del bienestar físico.

Para el Papa Francisco “el ayuno no debe limitarse sólo a la comida; en Cuaresma debemos ayunar, sobre todo, de lo que nos hace dependientes; que cada uno reflexione sobre esto, para hacer un ayuno que realmente tenga un impacto en la vida concreta de cada uno”.
En su Mensaje de cuaresma para este año, el Papa Francisco invita aun cambio de mentalidad para que la vida de los creyentes no radique tanto en el poseer cuanto en el dar. Con palabras de San Pablo el Papa invita: No se cansen de hacer el bien. Y va repitiendo la frase: No nos cansemos… de orar; de extirpar el mal de nuestra vida; de pedir perdón en el sacramento de la Penitencia y la Reconciliación; de luchar contra fragilidad que nos impulsa hacia el egoísmo y a toda clase de mal; de hacer el bien en la caridad activa hacia el prójimo.
En este tiempo de conversión, recuerda el Papa “ el ayuno prepara el terreno, la oración riega, la caridad fecunda”.
POVEDA-IT