En la Fiesta de Corpus Christi unos apuntes sobre referencias de San Pedro Poveda a la Eucaristía
En sus escritos San Pedro Poveda hace referencia al valor de la Eucaristía e invita a quienes siguen su carisma a tener la Eucaristía como centro y clave de la vida.
En 1908, siendo canónigo en el Santuario de Covadonga escribió un comentario a los versos del Cantar de los Cantares, con aplicaciones a la vida espiritual.
Son los versos en donde dice la Sagrada Escritura :
Levántate, amiga mía, hermosa mía y ven. En los agujeros de la peña, en la concavidad de la albarrada, muéstrame tu rostro, suene tu voz en mis oídos, porque tu voz es dulce y tu rostro hermoso. (Cnt 2,13-14)
Y comenta Poveda:
Levántate. Sí, para ir a Dios, para morar con Jesús, es preciso levantarse.

Ven. Ven, sí, porque no basta levantarse, es preciso ir en busca, es necesario marchar en seguimiento de Jesús. Es preciso buscar el bien y no cesar hasta encontrarlo…
Ahora mismo te llama Jesús y te invita dulcemente. Ahí está, en el Sagrario y desde el sagrario te está llamado para que acudas a la cita amorosa que da su caridad inagotable. ¿Quiéres ir? Te resuelves, de una vez, a seguirle? Pues entonces, levántate y ve. ¡No vaciles! Confía, pues Él es quien te llama…

Muéstrame tu rostro. Jesucristo en el Sacramento quiere que le mostremos todas nuestras necesidades, angustias y tribulaciones y todo ello queda contenido en la palabra rostro, que retrata a las mil maravillas, cuanto hay dentro de nosotros mismos….
Vivir con Jesús, morar en sus llagas, comer de su cuerpo, brevarse en su sangre, cubrirse con las telas de su corazón y refugiarse en tan divina fortaleza, merced es incomparable… Corre, pues alma devota, apresúrate a recibir a Jesucristo. Ánimo, pues, recoge tus sentidos, entra dentro de ti y renovando la fe, el amor y el deseo, recibe a Jesucristo.
¿Lo tienes ya dentro del tabernáculo de tu corazón? Pues ahora que Jesús vive en ti, vive tú para Jesús… Hazle entrega completísima de todo tu ser, haz firme propósito de no separarte jamás del bien que hoy alcanzaste y lleno de celestial júbilo repite con el autor sagrado: Ya lo tengo, no lo dejare jamás.
De nuevo en 1910 Pedro Poveda escribió una serie de reflexiones para después de la Comunión, que tituló Paráfrasis del Anima Christi en las que va comentando cada una de las frases.
En su comentario sobre ‘Cuerpo preciosísimo de Cristo, sálvame’, va diciendo:

Dijiste un día que vuestro cuerpo es manjar que da la vida; pues bien, yo tengo hambre de ese manjar, quiero recibirlo cotidianamente, de modo tal que comiéndolo consiga esa vida de gracia preludio y camino para la eterna del cielo. Señor danos siempre de este pan, el pan de tu cuerpo y con él la salvación.
Dirigiéndose a sus seguidores Pedro Poveda vuelve a insistir en 1920 en que, el modo de recibir el Cuerpo de Jesús en la Comunión, marca la vida. Por ello afirma:
“La historia de vuestras comuniones es la historia de vuestra vida; vuestros triunfos, vuestro fervor, vuestro celo, está condicionado a vuestra vida eucarística.

Necesitáis esta comunicación íntima con Jesucristo para reflejar en palabras y en actos la vida del Salvador.
Allí donde se tiene en la estimación que merece el tesoro del Sagrario, no hay dificultad insuperable, ni hay problema insoluble, ni falta paz, ni deja de haber unión fraterna, ni se conoce la tristeza que aniquila, ni se siente cansancio en el trabajo; todo está en orden, hay tiempo para todo, no hay quejas ni murmuraciones, ni indisciplina, ni fracasos”.
Textos tomados de la Edición Crítica, Creí por eso hablé de los Escritos de S. Pedro Poveda (1874-1936)
POVEDA-IT